Estreno de la semana: 'Caracremada' relato de la resistencia maquis

Ramon Vila Capdevila, más conocido como Caracremada, fue uno de los grandes resistentes contra el franquismo, el último de los maquis. Tan imponente físicamente como el actor que lo interpreta en el filme homónimo, Lluís Soler, Caracremada fue activista de la CNT, estuvo en la Resistencia francesa durante la segunda guerra mundial y, debido a su gran conocimiento de la zona de los Pirineos, se convirtió en inapreciable guía para pasar armas y hombres durante los tiempos más duros del régimen franquista. Murió en 1963, durante un tiroteo con la Guardia Civil.
La película que le ha consagrado el debutante Lluís Galter no es una hagiografía al uso. Nada más lejos de la realidad. Tomando como inexcusable referente a Robert Bresson (en la dirección de actores y la secuencialidad radical), Galter ha realizado una película limpia, ascética, en la que cada plano tiene el tempo y la precisión exactos. Como hiciera Bresson en Un condenado a muerte se ha escapado o Diario de un cura de campaña, Galter propone en Caracremada la filmación de los gestos cotidianos de un resistente, alguien que vivía con poco y no aspiraba a nada más que combatir la dictadura desde su ferreo posicionamiento ideológico.
El personaje se funde con el paisaje que le envuelve y la película nos muestra el día a día del guerrillero, el paso lento de las horas buscando comida o escondrijo, haciéndose invisible para la Guardia Civil o escurriéndose en las montañas. Galter logra así lo que Steven Soderbergh persiguió sin hallar en la segunda parte de su filme consagrado al Che Guevara: capturar la cotidianidad de quien que vive agazapado, en duermevela, en permanente estado de alerta, fiel a unas ideas revolucionarias y la ejecución de las mismas.

( Fuente : El Periódico)